Todos hemos sentido alguna vez la sutil desazón de la soledad. A menudo la tratamos de evitar o superar a toda costa, pero cuanto más se la quiere reprimir, con más fuerza reaparece. ¿Qué hacer? La respuesta está en considerar la soledad desde una nueva perspectiva que permita ver lo que con frecuencia no vemos: la riqueza sorprendente y la gran capacidad del ser humano. Vivir la soledad significa escucharse a sí mismo y hallar en ello energía renovada para afrontar la vida. Sólo así podremos decir que "estamos bien" con nosotros mismos.

Título original: Il benessere della solitudine