Este libro es una reflexión sobre el acontecimiento de la revelación cristiana. En primer lugar busca comprender cómo se entiende a sí misma esta revelación, qué queremos decir los creyentes cuando decimos que Dios ha hablado por medio de Jesucristo.
Una vez comprendida la revelación en sí misma, hay que explicar que no estamos solo ante una realidad fundamental, sino también contextual. Porque la revelación es acogida por personas situadas en un determinado contexto cultural y religioso. Y los contextos condicionan la comprensión: a veces la dificultan y otras permiten mejorarla. Hoy nos encontramos con tres condicionantes de la comprensión del misterio de Dios y de su revelación: la secularidad, las religiones y la ciencia. Precisamente el mundo de las ciencias es el último y más importante reto con el que tiene que enfrentarse la teología.
Finalmente es importante mostrar la credibilidad de la revelación. Pues al acoger la revelación, la persona realiza un acto razonable, digno, sensato. No se trata de una acogida ciega y autoritaria, sino de acoger una realidad que se manifiesta digna de crédito, decisiva para la vida y bien fundamentada. Que además quiere y debe ser acogida libremente, no por razones de autoridad, sino por su fuerza de persuasión y, por esto, es una realidad liberadora que llena de sentido la vida humana.